miércoles, 28 de noviembre de 2012
Propiedades de la Granada. Fuente: Temas de agricultura ecológica.
Octubre 30th, 2012
Conocido cariñosamente como la “joya del invierno”, la granada está recibiendo la aclamación cada vez mayor para sus capacidades enfermedad-que luchan, en gran parte debido a su potencia antioxidante de escalonamiento. Las medicinas tradicionales de el Oriente Medio y de la India han utilizado la granada por siglos – hojas, piel y corteza incluidas – para curar todo de las gargantas de la conjuntivitis y del dolor a la calvicie y a los hemorrhoids.
Esta fruta mystical, un símbolo del nacimiento, la muerte y la vida eterna debido a sus semillas brimming y sangre-como el jugo, se empapa en mitología. El profeta Mohammed animó a sus seguidores que comieran la fruta para purgar sus sistemas de envidia y de odio. En los cuentos de Grecia antigua, Persephone, hija de Demeter la diosa de la agricultura, fue ofrecido esta fruta por Hades, dios del mundo terrenal. En sucumbir a la tentación ella se condenó para pasar tiempo cada año con Hades en el mundo terrenal. A los Griegos modernos del día la granada es a menudo una característica en las bodas para simbolizar fertilidad, y en China, una versión azucarada de la semilla de la granada se come en el día de la boda para bendecir a newlyweds.
La carne jugosa, tangy de las semillas de rubíes de la fruta es deliciosa y cada pedacito digno de la paciencia requerida para extraerlas de su médula. Puedes comprar hoy fácilmente jugo de la granada tal como pomwonderful o pomegreat del general y de almacenes del alimento natural. Las ventas altísimas del jugo de la granada en el Reino Unido reflejan el renombre cada vez mayor de esta fruta, con los alimentos de RJA divulgando un aumento de la venta de su marca de fábrica de Pomegreat a partir del 50.000 a 500.000 litros por mes en 2005.
Favorable-Corazón
Las granadas son un superfood enorme beneficioso al corazón, y neutralizando libre-radicales perjudiciales prevenir la oxidación del “mal” colesterol de LDL que se asocia a la acumulación de la placa en paredes del vaso sanguíneo. El jugo de la granada también se ha demostrado para preservar el óxido nítrico en el cuerpo, un producto químico dominante responsable de regular salud del vaso sanguíneo del flujo y el mantener de la sangre.
Un estudio en 19 personas mayores con atherosclerosis, donde estaba ya urbanizada la placa a un nivel peligroso, encontró eso bebiendo apenas 8 onzas. de la granada pura de 100 por ciento juice un día por período de un año disminuyó el grueso de la guarnición en tus arterias por 30 por ciento, donde los controles experimentaron una subida real de 9 por ciento. Fomentar más, los que bebieron el jugo de la granada también tenían una disminución de 21 por ciento de la presión arterial (Aviram y otros. 2004; Nutrición clínica). El jugo de la granada también disminuye la actividad de una enzima en el cuerpo conocido como AS (enzima que convierte del angiotensin) que pueda conducir a la tensión arterial alta dando por resultado atherosclerosis.
Características anticáncer
La investigación en el instituto de Technion-Israel de la tecnología condujo por el Dr. Ephraim Lansky (2001) encontró que el aceite de semilla de la granada accionó la muerte de la célula (apotosis) en células del cáncer de pecho. Un estudio reciente en la universidad de la escuela médica de Wisconsin (2005) también reveló los efectos anticáncer, descubriendo el jugo de la granada a las células de cáncer humanas matadas de la próstata en pruebas de laboratorio y perceptiblemente retardadas la progresión del cáncer de la próstata en los ratones (publicados en los procedimientos de la National Academy of Sciences).
Ayuda para la artritis
Los investigadores de la universidad occidental de la reserva del caso encontraron que el extracto de la granada inhibió el estímulo de ciertas enzimas que contribuyen a la degradación del cartílago en osteoartritis, una condición que carece actualmente la perspectiva para el tratamiento. Esto está tranquilizando cuando uno considera los números extensos y crecientes de los que sufran de la enfermedad.
Así como la corazón-salud, anticáncer, y la protección artrítica, las granadas ofrecen la protección versátil contra el envejecimiento y la enfermedad debido a su potencia antioxidante. Los estudios sugieren que jugo de la granada pueda contener casi tres veces la energía antioxidante del té verde y del vino rojo debido a su contenido de flavonoids. También proporcionan cantidades substanciales de potasio, hierro, ácido folic y vitamina C, así como las vitaminas A y E, niacin, y fibra
Nivel Vibratorio...
COMO NOS AFECTA EL NIVEL VIBRATORIO
“Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.”
Todo en el Universo está en vibración y nada permanece inmóvil. La materia, la energía, el espíritu, son solamente el resultado de estados vibratorios dife
“Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.”
Todo en el Universo está en vibración y nada permanece inmóvil. La materia, la energía, el espíritu, son solamente el resultado de estados vibratorios dife
rentes.
El espíritu representa el extremo polar de las vibraciones más rápidas, cuya frecuencia es tan elevada que parece estar en reposo absoluto. El otro polo lo forma la materia extremadamente densa. Dice el hermetismo que entre ambos polos hay millones y millones de diferentes intensidades y modos de vibración. Sabemos que las moléculas que componen la materia están en constante vibración, y que a su vez, los átomos que las forman, también están en constante movimiento y vibración. A su vez, los electrones y protones también están vibrando rapidísimamente.
Sin temor a equivocamos podemos afirmar que no hay nada en el Universo que no sea “materia mental vibrando en diferentes frecuencias”. La luz, el calor, el magnetismo, la electricidad, son solamente diferentes modalidades vibratorias. Aquel plano misterioso conocido con el nombre de “cuarta dimensión”, es solamente un estado vibratorio de alta frecuencia. Si una persona pudiera hacer vibrar su cuerpo físico a una muy elevada frecuencia por segundo, llamémosla frecuencia X, penetraría físicamente en el mundo de la cuarta dimensión.
Sin embargo, no es aquella remota posibilidad lo que debe interesarnos, sino lo que se refiere al control de las propias vibraciones. En efecto, nuestros pensamientos, emociones, deseos, o impulsos, son solamente estados vibratorios. Nuestro cuerpo físico es un conjunto de sistemas que vibran a una misma frecuencia, y la salud es solamente la armonía vibratoria del cuerpo. Enfermedad es desarmonía.
En el terreno de nuestra vida personal todo gira en torno a la vibración; si estamos alegres es por una vibración positiva, la tristeza es una vibración negativa. Nuestro pensamiento nos hará ser más o menos inteligentes de acuerdo a nuestra vibración mental. Cada persona tiene un largo de onda mental que le es propio, de acuerdo a la frecuencia vibratoria de su inteligencia; mientras más corta es la onda mental, más inteligente será el sujeto, y viceversa.
La dificultad para comunicarse que tienen las personas, proviene de sus diferentes largos de onda mental, las cuales, al no coincidir en sus frecuencias vibratorias, impiden la mutua comprensión. Si queremos comunicarnos con un individuo, y que nos entienda realmente, debemos esforzarnos por adaptar nuestra onda mental a su estado vibratorio, a fin de establecer una perfecta afinidad.
Esto explica las diferencias sorpresivas que se producen entre dos personas que normalmente se entienden bien; una de ellas ha variado notablemente su largo de onda mental, ya sea alargándola o acortándola, dejando al otro “fuera de frecuencia”, tal como si pretendiéramos sintonizar una emisora determinada en una frecuencia que no le corresponde.
Existen diversos motivos por los cuales se producen caídas vibratorias en la gente. Problemas de salud, estados depresivos, inercia, conflictos internos y abulia intelectual, son algunas de las principales causas. En cuanto a los sujetos que tienen permanentemente una onda muy larga (de baja frecuencia), esto se debe a la falta de preparación intelectual del individuo.
También influye de manera muy poderosa en las vibraciones de la gente, el medio ambiente, ya que vivimos en un océano de vibraciones, las cuales nos impactan constantemente, despertando en nosotros fuerzas de calidad similar. El espacio cósmico y terrestre que nos rodea, está saturado de vibraciones, y ellas influyen de manera determinante en las personas.
En los habitantes de una ciudad, por ejemplo, se puede apreciar, al observarlos, un ambiente vibratorio positivo o negativo, y lo mismo ocurre al visitar el hogar de alguna familia, donde sentiremos de inmediato una irradiación cálida y positiva, o bien, una fuerza que nos repele. Lo que ocurre en nuestras habitaciones, es que la irradiación vibratoria de las personas que allí viven, penetra en la construcción material, impregnándola con energías positivas o negativas, las cuales son captadas fácilmente por los visitantes. Es por eso que hay lugares que al visitarlos despiertan en nosotros una tristeza intolerable, que llega en algunos casos hasta una profunda depresión con tendencia al suicidio.
Estamos, simplemente, recibiendo los estados anímicos de quienes vivieron o trabajaron en ese lugar. Los hábitos de conducta, los estados emocionales, los pensamientos habituales, y las normas morales y espirituales del individuo, determinan la bondad o inconveniencia de sus estados vibratorios, lo que a su vez influye de manera decisiva en su vida cotidiana. Las familias y grupos de humanos en general, se constituyen en vórtices de energía, los cuales dejan sentir su poder en quienes entran en contacto con ellos.
Las vibraciones se van acumulando en el individuo, es decir, éste va haciendo acopio de buena o mala vibración, y hay momentos en los que el sujeto es una verdadera bomba de tiempo por la fuerza en estado latente que tiene en sí mismo, destructiva o creadora, la cual, con el influjo de un detonante adecuado, se descargará violentamente, produciendo acontecimientos favorables o negativos.
Esta fuerza tiene la particularidad de afectar intensamente a las personas que entran en contacto con el sujeto que vibra de manera intensificada, pudiendo resultar éstas, contagiadas con lo que el “emisor” siente. Tal caso ocurre cuando alguien nos cuenta sus penas, por ejemplo, y el afectado, después de esto, queda en excelente estado de ánimo, y nosotros, en profunda condición depresiva. Tal vez, uno de los profesionales más afectados por este fenómeno, sea el psiquiatra, quien se contagia con las lacras mentales de sus pacientes, y ellas empiezan a perjudicarlo a él.
Aquellos sitios donde se da rienda suelta a las pasiones inferiores, tales como bares o casas de prostitución, son centros de vibraciones inferiores y negativas que perjudican notablemente a los, parroquianos. Todo hombre que quiera tener éxito en sus empresas personales o que desee aumentar su capacidad de realizar cosas, ya sea en el terreno espiritual o material debe, por medio de la autodisciplina, elevar sus vibraciones para no ser afectado por aquello que se denomina “mala suerte” o desgracia.
Es preciso, practicar una rígida higiene mental, a fin de no ser afectado por lo negativo del ambiente en el cual nos desenvolvemos. Existen fuerzas tan poderosamente negativas que pueden matar a una persona, ya que su tono o nota básica, es destructiva o desintegradora. Sabemos que existen sonidos (vibraciones) que pueden destruir la cohesión de la materia (infrasonidos), o bien, que pueden producir un efecto curativo medicinal (ultrasonidos). Conocido es el poder del rayo laser (vibración), cuya luz puede perforar el material más duro.
El sapiens busca de manera inconsciente un remedio para sus desarmonías vibratorias, y recurre para esto a la buena música, la cual restablece el equilibrio interno. Sin embargo, existen ritmos musicales de tal disonancia que crean estados negativos dentro de las personas. El sonido de ciertos instrumentos posee cadencias de tal índole, que provoca bajo ciertas condiciones, estados de profunda tristeza, como es el caso de la quena, especie de flauta indígena. Conocemos también el pernicioso efecto de los ruidos que sobrepasan ciertos decibeles de potencia, y que provocan una considerable fatiga nerviosa que repercute en la pérdida de la eficiencia humana, tanto en lo manual como en lo intelectual.
La vibración de la palabra humana tiene también poderosos efectos bienhechores o perniciosos en quienes la escuchan. Hay personas de gran simpatía personal, pero cuya voz, sin tener un tono desagradable, resulta repelente. Esto depende del resultado del choque de las oscilaciones sonoras. Si aquellas que recibimos son armónicas a las nuestras, sentiremos simpatía y agrado, y viceversa. La gente no se da cuenta en qué medida se le acoge bien o mal de acuerdo a las vibraciones que se emiten.
Es simple comprobar la influencia de las energías oscilantes del individuo. Existe un experimento muy simple para esto y que consiste en tener dos grupos de pequeñas plantas de interior, las cuales se deben separar en dos facciones. A una de ellas es preciso hablarle todos los días, tal como si fueran seres racionales, expresándoles por medio de las palabras, pensamientos de amor, amistad y fortaleza. El otro grupo se deja abandonado a su propia suerte. Con el correr de los días se verá cómo las plantitas regalonas se ponen mucho más hermosas y crecen más rápidamente, aunque tengan exactamente la misma tierra, luz, y riego que las otras.
Otra experiencia muy simple consiste en comprobar nuestro poder de inducción vibratorio sobre la gente. Para esto, es necesario dirigirse a alguien que nos tenga notoria antipatía.
Venciendo el rechazo que esta persona nos provoque, nos esforzaremos en sentir por ella una profunda simpatía y cordialidad, y después de poco, veremos cómo cambia radicalmente y pasa a tener una gran amistad por nosotros. Muchas veces, somos nosotros mismos quienes provocamos rechazo en la gente por nuestra hostilidad hacia ellas.
A través del principio de vibración es posible comprender que las maldiciones existen efectivamente, pero no tienen nada de sobrenatural; son solamente la condensación y proyección de vibraciones fuertemente destructivas. Con las bendiciones ocurre el mismo fenómeno, pero como se comprenderá, a la inversa.GRACIAS AYURVEDA TIBETANO
El espíritu representa el extremo polar de las vibraciones más rápidas, cuya frecuencia es tan elevada que parece estar en reposo absoluto. El otro polo lo forma la materia extremadamente densa. Dice el hermetismo que entre ambos polos hay millones y millones de diferentes intensidades y modos de vibración. Sabemos que las moléculas que componen la materia están en constante vibración, y que a su vez, los átomos que las forman, también están en constante movimiento y vibración. A su vez, los electrones y protones también están vibrando rapidísimamente.
Sin temor a equivocamos podemos afirmar que no hay nada en el Universo que no sea “materia mental vibrando en diferentes frecuencias”. La luz, el calor, el magnetismo, la electricidad, son solamente diferentes modalidades vibratorias. Aquel plano misterioso conocido con el nombre de “cuarta dimensión”, es solamente un estado vibratorio de alta frecuencia. Si una persona pudiera hacer vibrar su cuerpo físico a una muy elevada frecuencia por segundo, llamémosla frecuencia X, penetraría físicamente en el mundo de la cuarta dimensión.
Sin embargo, no es aquella remota posibilidad lo que debe interesarnos, sino lo que se refiere al control de las propias vibraciones. En efecto, nuestros pensamientos, emociones, deseos, o impulsos, son solamente estados vibratorios. Nuestro cuerpo físico es un conjunto de sistemas que vibran a una misma frecuencia, y la salud es solamente la armonía vibratoria del cuerpo. Enfermedad es desarmonía.
En el terreno de nuestra vida personal todo gira en torno a la vibración; si estamos alegres es por una vibración positiva, la tristeza es una vibración negativa. Nuestro pensamiento nos hará ser más o menos inteligentes de acuerdo a nuestra vibración mental. Cada persona tiene un largo de onda mental que le es propio, de acuerdo a la frecuencia vibratoria de su inteligencia; mientras más corta es la onda mental, más inteligente será el sujeto, y viceversa.
La dificultad para comunicarse que tienen las personas, proviene de sus diferentes largos de onda mental, las cuales, al no coincidir en sus frecuencias vibratorias, impiden la mutua comprensión. Si queremos comunicarnos con un individuo, y que nos entienda realmente, debemos esforzarnos por adaptar nuestra onda mental a su estado vibratorio, a fin de establecer una perfecta afinidad.
Esto explica las diferencias sorpresivas que se producen entre dos personas que normalmente se entienden bien; una de ellas ha variado notablemente su largo de onda mental, ya sea alargándola o acortándola, dejando al otro “fuera de frecuencia”, tal como si pretendiéramos sintonizar una emisora determinada en una frecuencia que no le corresponde.
Existen diversos motivos por los cuales se producen caídas vibratorias en la gente. Problemas de salud, estados depresivos, inercia, conflictos internos y abulia intelectual, son algunas de las principales causas. En cuanto a los sujetos que tienen permanentemente una onda muy larga (de baja frecuencia), esto se debe a la falta de preparación intelectual del individuo.
También influye de manera muy poderosa en las vibraciones de la gente, el medio ambiente, ya que vivimos en un océano de vibraciones, las cuales nos impactan constantemente, despertando en nosotros fuerzas de calidad similar. El espacio cósmico y terrestre que nos rodea, está saturado de vibraciones, y ellas influyen de manera determinante en las personas.
En los habitantes de una ciudad, por ejemplo, se puede apreciar, al observarlos, un ambiente vibratorio positivo o negativo, y lo mismo ocurre al visitar el hogar de alguna familia, donde sentiremos de inmediato una irradiación cálida y positiva, o bien, una fuerza que nos repele. Lo que ocurre en nuestras habitaciones, es que la irradiación vibratoria de las personas que allí viven, penetra en la construcción material, impregnándola con energías positivas o negativas, las cuales son captadas fácilmente por los visitantes. Es por eso que hay lugares que al visitarlos despiertan en nosotros una tristeza intolerable, que llega en algunos casos hasta una profunda depresión con tendencia al suicidio.
Estamos, simplemente, recibiendo los estados anímicos de quienes vivieron o trabajaron en ese lugar. Los hábitos de conducta, los estados emocionales, los pensamientos habituales, y las normas morales y espirituales del individuo, determinan la bondad o inconveniencia de sus estados vibratorios, lo que a su vez influye de manera decisiva en su vida cotidiana. Las familias y grupos de humanos en general, se constituyen en vórtices de energía, los cuales dejan sentir su poder en quienes entran en contacto con ellos.
Las vibraciones se van acumulando en el individuo, es decir, éste va haciendo acopio de buena o mala vibración, y hay momentos en los que el sujeto es una verdadera bomba de tiempo por la fuerza en estado latente que tiene en sí mismo, destructiva o creadora, la cual, con el influjo de un detonante adecuado, se descargará violentamente, produciendo acontecimientos favorables o negativos.
Esta fuerza tiene la particularidad de afectar intensamente a las personas que entran en contacto con el sujeto que vibra de manera intensificada, pudiendo resultar éstas, contagiadas con lo que el “emisor” siente. Tal caso ocurre cuando alguien nos cuenta sus penas, por ejemplo, y el afectado, después de esto, queda en excelente estado de ánimo, y nosotros, en profunda condición depresiva. Tal vez, uno de los profesionales más afectados por este fenómeno, sea el psiquiatra, quien se contagia con las lacras mentales de sus pacientes, y ellas empiezan a perjudicarlo a él.
Aquellos sitios donde se da rienda suelta a las pasiones inferiores, tales como bares o casas de prostitución, son centros de vibraciones inferiores y negativas que perjudican notablemente a los, parroquianos. Todo hombre que quiera tener éxito en sus empresas personales o que desee aumentar su capacidad de realizar cosas, ya sea en el terreno espiritual o material debe, por medio de la autodisciplina, elevar sus vibraciones para no ser afectado por aquello que se denomina “mala suerte” o desgracia.
Es preciso, practicar una rígida higiene mental, a fin de no ser afectado por lo negativo del ambiente en el cual nos desenvolvemos. Existen fuerzas tan poderosamente negativas que pueden matar a una persona, ya que su tono o nota básica, es destructiva o desintegradora. Sabemos que existen sonidos (vibraciones) que pueden destruir la cohesión de la materia (infrasonidos), o bien, que pueden producir un efecto curativo medicinal (ultrasonidos). Conocido es el poder del rayo laser (vibración), cuya luz puede perforar el material más duro.
El sapiens busca de manera inconsciente un remedio para sus desarmonías vibratorias, y recurre para esto a la buena música, la cual restablece el equilibrio interno. Sin embargo, existen ritmos musicales de tal disonancia que crean estados negativos dentro de las personas. El sonido de ciertos instrumentos posee cadencias de tal índole, que provoca bajo ciertas condiciones, estados de profunda tristeza, como es el caso de la quena, especie de flauta indígena. Conocemos también el pernicioso efecto de los ruidos que sobrepasan ciertos decibeles de potencia, y que provocan una considerable fatiga nerviosa que repercute en la pérdida de la eficiencia humana, tanto en lo manual como en lo intelectual.
La vibración de la palabra humana tiene también poderosos efectos bienhechores o perniciosos en quienes la escuchan. Hay personas de gran simpatía personal, pero cuya voz, sin tener un tono desagradable, resulta repelente. Esto depende del resultado del choque de las oscilaciones sonoras. Si aquellas que recibimos son armónicas a las nuestras, sentiremos simpatía y agrado, y viceversa. La gente no se da cuenta en qué medida se le acoge bien o mal de acuerdo a las vibraciones que se emiten.
Es simple comprobar la influencia de las energías oscilantes del individuo. Existe un experimento muy simple para esto y que consiste en tener dos grupos de pequeñas plantas de interior, las cuales se deben separar en dos facciones. A una de ellas es preciso hablarle todos los días, tal como si fueran seres racionales, expresándoles por medio de las palabras, pensamientos de amor, amistad y fortaleza. El otro grupo se deja abandonado a su propia suerte. Con el correr de los días se verá cómo las plantitas regalonas se ponen mucho más hermosas y crecen más rápidamente, aunque tengan exactamente la misma tierra, luz, y riego que las otras.
Otra experiencia muy simple consiste en comprobar nuestro poder de inducción vibratorio sobre la gente. Para esto, es necesario dirigirse a alguien que nos tenga notoria antipatía.
Venciendo el rechazo que esta persona nos provoque, nos esforzaremos en sentir por ella una profunda simpatía y cordialidad, y después de poco, veremos cómo cambia radicalmente y pasa a tener una gran amistad por nosotros. Muchas veces, somos nosotros mismos quienes provocamos rechazo en la gente por nuestra hostilidad hacia ellas.
A través del principio de vibración es posible comprender que las maldiciones existen efectivamente, pero no tienen nada de sobrenatural; son solamente la condensación y proyección de vibraciones fuertemente destructivas. Con las bendiciones ocurre el mismo fenómeno, pero como se comprenderá, a la inversa.GRACIAS AYURVEDA TIBETANO
martes, 27 de noviembre de 2012
Dra. Karla Ponce V.
Dra. en Medicina General y Cirugía, graduada de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil en el 2004, Especialista en Homeopatía Unicísta en la Escuela Médica Homeopática Argentina "T. P. Paschero" (E.M.H.A.). Especialista en Acupuntura. Especialista en Medicina del Estrés. Nutrición. Miembro docente la la E.M.H.A. Tutora Académica de la Universidad Candegabe de Homeopatía. Miembro del Colegio de Médicos Homeopatas Argentinos. Miembro de la Liga Médica Homeopática Internationalis.
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